Hay momentos para todo, para dar un regalo para impactar, otras veces para dar un regalo que se recuerde siempre y hay momentos simplemente para dar un regalo de antojo, un momento que no tiene una fecha en el calendario, simplemente la intención de suplir ese antojo por un buen vino tinto, unos deliciosos alfajores con cubierta de chocolate blanca o negro y unas papitas para complementar un antojo que cae bien en cualquier momento.
Dale un regalo a tu madre, un regalo a un amigo, o por que no, un regalo a ti mismo, por que todos nos merecemos un antojo.